Provincial: con la frente marchita... pero bien en alto

*Texto: TyP / Foto: Javier López

Apenas comenzó a rodar la pelota se vio un Atlético sin muchas ideas pero que trataba de llegar al arco rival como podía. Por el otro lado, el equipo lagunense esperaba bien parado atrás para salir de contra.
La “puntada final” fue lo que le faltó al rojo y blanco para abrir el marcador en la primera etapa. Vílchez estrelló el balón en el travesaño con un contundente cabezazo y Crespo pegó un tiro en el palo cuando enfrentó al “Mono” Giraudo.
Dicen que “lo que erras en un arco, se convierte en el otro”. Esto fue lo que sucedió en la tarde del domingo. Bolatti a los 32’ PT abrió el marcador para aliviar al visitante y, a pesar que faltaba mucho, sentenciar la serie. Antes de finalizar el PT vio la roja el defensor López de Unión, pero nada cambió en el complemento con un jugador menos.
En el ST el “fortinero” fue con alma y vida a buscar el empate. No complicó demasiado al visitante a pesar de llegar al arco contrario. Tan solo un par de jugadas poco claras que terminaron en tiros leves. Recién a los 42’, tras una mala salida del fondo lagunense, Berterame decretó el 1-1.
Fin del partido, fin de una ilusión que a lo largo del verano reavivó la algarabía y el sentimiento de un pueblo por su club.

La frutilla "podrida" del postre
Aunque ya fue reflejado, como debe ser, en el blog lo sucedido al finalizar el encuentro entre Atlético Ticino y Unión Lagunense no queremos dejarlo pasar por alto. Esto servirá para refrescar memorias o informar a quienes no se dieron por enterados. La “frutilla (podrida) del postre” la dieron los señores uniformados queriendo cobrar protagonismo en una tarde donde no había pasado nada.
La presencia innecesaria de 20 adicionales (una verdadera locura, sino averigüen lo que cobran y a la hora que llegan) que entraron a tirar tiros por doquier para separar un tumulto de jugadores lograron que éstos y quienes estaban en el estadio enardezcan.
Un bochorno mayúsculo de los “muchachos” que deben bregar por la seguridad de los que, con ellos, estamos muy inseguros.


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